Enero no suele ser bueno para el Real Madrid. La temporada pasada, los blancos se dejaron en este mes cuatro puntos clave para el desenlace final de la Liga. En el corriente ya se han quedadodos en el camino de un equipo que, además, se ve mucho más exigido a causa de la Copa del Rey.
En enero de 2010 el Madrid no jugó Copa. Tras la vergonzante eliminación a manos del Alcorcón, los blancos afrontaron ese mes con la única preocupación de la Liga. El día 3, los blancos visitaban Pamplona con el objetivo de vestirse de líderes tras el tropiezo del Barça en el Camp Nou ante el Villarreal. Pero el Madrid tampoco pasó del empate en el Reyno y se quedó como estaba, segundo en la tabla, a dos puntos de los azulgrana (40 por 38).
Dos semanas después, la situación empeoró. El Madrid cayó en su visita a San Mamés gracias a un solitario gol de Fernando Llorente (minuto 2) y, un día después, el Barça aplastaba al Sevilla en el Camp Nou (4-0). La renta de los azulgranas ascendió tras esa 18ª jornada a los cinco puntos (46 por 41). Como en esta temporada, el Barça había ganado también el duelo directo en el Camp Nou (1-0, gol de Ibra).
Pero, aunque enero suele ser malo para el Madrid, mirando a la temporada pasada los blancos también tienen sus razones para ver el vaso medio lleno. Y es que, pese a esos cinco puntos de ventaja a favor del Barça, el Madrid fue capaz de remontar y ponerse líder en la jornada 25, tras un empate del Barça ante el Almería (2-2) y un agónico triunfo blanco ante el Sevilla (3-2). El equipo de Manuel Pellegrini se mantuvo en cabeza durante seis jornadas, hasta que, en el Clásico del Bernabéu, el Barça dio un golpe de mano que pareció -y finalmente fue- definitivo. Era la jornada 31. Este año se juega en la 32.
Fuente: Marca.com
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