EL MADRID ECHA GASOLINA EN LA HOGUERA ROJIBLANCA
- El Real Madrid afronta uno de los partidos más calientes del año. El Atlético de Madrid le espera en la olla del Calderón para negarle el paso a semifinales de la Copa de Rey. Un partido rodeado de una atmósfera inflamable al que Mou, y el Madrid, han arrimado una cerilla en un momento, cuando menos, poco adecuado.
El Real Madrid afronta uno de los partidos más calientes del año. El Atlético de Madrid le espera en la olla del Calderón para negarle el paso a semifinales de la Copa de Rey. Un partido rodeado de una atmósfera inflamable al que Mou, y el Madrid, han arrimado una cerilla en un momento, cuando menos, poco adecuado.El Atleti, eterna víctima de su ciclotimia, pasó de la depresión a la euforia en apenas cuatro días, los que separaron la dura caída de la ida del solvente triunfo ante el Mallorca. Ni la baja de Agüero rebajó el nivel de presión de su gente, que ya no se conforma sólo con testiculina. Se exige ahora un triunfo justiciero tras 11 años de frustraciones con el vecino, lo que, en las horas previas, otorga licencia para mezclar léxicos. Peligrosamente.Pero lo del Atleti es una fogata de campamento comparada con la que hay liada en el Bernabéu. Primero fue José Mourinho el que escenificó un nuevo capítulo de su cancerígeno divorcio con Jorge Valdano, y, minutos después, el club reaccionaba con extrema contundencia a un comentario, gratuito y de gravedad subjetiva, en el web de RFEF.En este clima combustible, Atlético y Madrid se juegan un billete para semifinales de Copa, buena opción de tocar pelo para ambos. Los locales buscan el pase sin su mejor hombre, Sergio Agüero, pero con el Calderón como jugador número 12, ó 13 si hiciera falta.La batalla se planteará en el medio, donde el Atleti naufragó por incomparecencia en el Bernabéu. Tampoco se descarta que Mou, tras el fiasco de Almería, opte por reforzar esta línea, aunque los blancos volverán a fiarlo todo al vértigo de sus contras, que pueden ser letales ante un Atleti obligado a ir de frente desde el primer minuto.Fuente: Marca.com
El Real Madrid afronta uno de los partidos más calientes del año. El Atlético de Madrid le espera en la olla del Calderón para negarle el paso a semifinales de la Copa de Rey. Un partido rodeado de una atmósfera inflamable al que Mou, y el Madrid, han arrimado una cerilla en un momento, cuando menos, poco adecuado.
El Atleti, eterna víctima de su ciclotimia, pasó de la depresión a la euforia en apenas cuatro días, los que separaron la dura caída de la ida del solvente triunfo ante el Mallorca. Ni la baja de Agüero rebajó el nivel de presión de su gente, que ya no se conforma sólo con testiculina. Se exige ahora un triunfo justiciero tras 11 años de frustraciones con el vecino, lo que, en las horas previas, otorga licencia para mezclar léxicos. Peligrosamente.
Pero lo del Atleti es una fogata de campamento comparada con la que hay liada en el Bernabéu. Primero fue José Mourinho el que escenificó un nuevo capítulo de su cancerígeno divorcio con Jorge Valdano, y, minutos después, el club reaccionaba con extrema contundencia a un comentario, gratuito y de gravedad subjetiva, en el web de RFEF.
En este clima combustible, Atlético y Madrid se juegan un billete para semifinales de Copa, buena opción de tocar pelo para ambos. Los locales buscan el pase sin su mejor hombre, Sergio Agüero, pero con el Calderón como jugador número 12, ó 13 si hiciera falta.
La batalla se planteará en el medio, donde el Atleti naufragó por incomparecencia en el Bernabéu. Tampoco se descarta que Mou, tras el fiasco de Almería, opte por reforzar esta línea, aunque los blancos volverán a fiarlo todo al vértigo de sus contras, que pueden ser letales ante un Atleti obligado a ir de frente desde el primer minuto.
Fuente: Marca.com
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