DEFENDIÓ EL BRAZALETE CON UNA EXHIBICIÓN EN CORNELLÀ
El partido de Cornellà dejó varias buenas noticias para el Real Madrid. La mejor, sin duda, fue la actuación de Marcelo, que hizo un partido soberbio, a la altura de los mejores de un futbolista que rompió moldes en la banda izquierda del Bernabéu.
Marcelo -22 años- sigue recortando la distancia que le separa de Roberto Carlos, el mejor lateral izquierdo en la historia del Madrid. No tiene el mismo golpeo, la mejor arma de su predecesor, ni su ascendente sobre el madridismo, pero su peso en el juego ofensivo del equipo es cada vez mayor. En muchos partidos, como el de ayer, absolutamente determinante.
Marcelo no es sólo el único defensa del Madrid capaz de sacar la pelota de forma solvente y regular. En campo contrario se convierte con naturalidad en interior, y en extremo si llega el caso. Sus arrancadas, aunque conocidas por todos los rivales del Madrid, suelen sembrar el caos en las defensas contrarias. Y su presencia en el campo, además, potencia a Cristiano, con el que ha formado una de esas sociedades que todo gran equipo necesita.
Su partido de ayer tuvo, además, un valor simbólico. Marcelo heredó el brazalete de capitán tras la expulsión de Casillas, y lo honró con uno de sus mejores partidos desde que llegara al Madrid, hace sólo cuatro años. Para sus críticos no resulta fiable porque el chaval se ríe mucho. No se dan cuenta de que su capacidad para divertirse jugando es, justamente, lo que le hace más peligroso.
PD: Para calibrar el peso de Marcelo en el Madrid, basta un repaso a sus ausencias. La última, en Pamplona. La temporada pasada, en la vuelta ante el Lyon.
Fuente: Marca.com
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