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martes, 22 de febrero de 2011

Olympique Lyon 1 - 1 Real Madrid | Benzema caza en coto privado


EL FRANCÉS MARCÓ EN LYON Y DA VENTAJA AL MADRID EN LA ELIMINATORIA

  • Karim no necesitó ni un minuto para abrir el marcador en el 64' · Se despistó el Madrid en una falta y Gomis no lo desaprovechó cerca del final · Cristiano y Sergio Ramos se toparon con el palo a balón parado

El Real Madrid sacó algo de Gerland, un estadio en el que siempre había sido derrotado, gracias a Karim Benzema, cazador de la casa que conocía el territorio. Al francés no le pilló por sorpresa. Todavía sabe a lo que huele ese césped, en el que marcó un gol en el primer balón que tocó. Benzema no necesitó ni un minuto. Entró por Adebayor y lo hizo todo en el 0-1. Acudió a uno de los costados para presionar y lo hizo con los dientes afilados. Fue una fiera. Robó la cartera de un enemigo con la colaboración de Özil y se lanzó al área, el hábitat donde le sigue esperando el Madrid y donde le encontró en Lyon. No disparó bien, pero le dio igual. Perdió el equilibrio, pero logró rematar y confundió a Lloris, al que le entró el balón por entre las piernas. Cris, en línea de gol, quiso oponerse a Karim, pero no lo consiguió. Fue el tanto del Madrid en Gerland, que debe ser útil dentro de tres semanas en el Bernabéu.
El Madrid regresó a Lyon un año después y la película pudo repetirse. Los de Claude Puel calcaron el manual del curso pasado y el desenlace no fue el mismo por Benzema y por otros culpables que vestían de blanco. Uno de ellos fue Pepe, sublime al corte. El portugués siempre apareció cuando se le necesitó para evitarle un problema a un Real Madrid maniatado por el Lyon, equipo muy físico, que podría jugar tres partidos seguidos la misma noche.
Mourinho engañó a todos borrando de su libreta el trivote que se anunciaba. Jugó Khedira al lado de Xabi Alonso y entró de inicio Di María, futbolista que corre por él y por todos sus compañeros. El Real Madrid fue perseguido todo el partido por un radar. Era el Lyon, que le apretó arriba incomodando la salida y se replegó a la velocidad de la luz para tapar huecos. Al Madrid, en la primera mitad, le quedó mantener el tipo y no esconderse en el cuerpo a cuerpo. Los blancos se pusieron en las manos del OL, que contragolpeó y casi siempre se encontró con Pepe. Las concesiones de Ramos, pésimo guardando su espalda, las subsanó el 3.
La madera y los aliados 
El Lyon tejió una telaraña y perdonó su mejor ocasión en el minuto 35. Casillas no atajó un balón franco, pero Iker fue el de casi siempre, obligado a corregir sus propios errores. Con todo a favor, Gomis se topó con uno de los brazos del portero blanco.
El Madrid no disparó hasta la media hora de encuentro y se marchó al descanso recordando pesadillas pasadas. Tras el paso por vestuarios, los blancos vieron la luz a balón parado, escenario del fútbol del que salió vivo el Lyon de milagro. En un minuto, Cristiano mandó una falta al palo y Ramos cabeceó al larguero a la salida de un córner. Los franceses se aliaron con la madera y también con el colegiado alemán, que tiene el pito para pitar cuando hay que hacerlo, pero que no lo hizo en unas manos de Gourcuff dentro del área a disparo de Ronaldo.
Los despistes se pagan caro
Pasada la hora de encuentro, Mou metió a Benzema en lugar de Adebayor, que había sudado como una pantera. El francés entró al que fue su campo en alfombra roja. Fue llegar y besar el santo. Hizo el 0-1 y no lo celebró. Benzema, tipo introvertido, es un tío con sentimientos. El gol pilló por sorpresa al Lyon, que no respondió hasta que se lo permitió el Madrid en una falta mal defendida. Lass entró por Khedira en un centro del campo en el que el que más robó fue Xabi, que hace lo de todos, y los blancos tuvieron opciones que no se aprovecharon al contragolpe. Özil también se puso el mono de trabajo y no le importó. El genio alemán arregló el motor del coche, acabó sucio y no le importó. Es lo que requería la situación.
Con la situación controlada, el Madrid dio un halo de esperanza a su rival que nunca hay que regalar en la Copa de Europa. Se despistó el Madrid, Ramos quedó en evidencia validando la posición de Gomis y el francés batió a Casillas como si estuviese en el salón de su casa. El 1-1 inyectó al Lyon, que contaba con dos nuevas alas, Briand y Piad. El Madrid defendió su posesión y se quedó con la presa que cazó en Lyon. Debe servir. Benzema fue el que apretó el gatillo.

Fuente: Marca.com

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